Hay que tener visión de conjunto y pensar cómo evolucionará nuestro rostro con los años. Las líneas curvas van desapareciendo y llegan los surcos, arrugas y bolsas. Aunque el secreto reside en una buena prevención, una combinación de tratamientos ayuda a combatir las secuelas del paso del tiempo.
La cara es una estructura que se debe tratar como un todo. La misión del medico estético será estudiar la repercusión que puede tener la modificación de un punto y qué actuaciones se deben acometer para armonizarlo con el resto. Recuperar esta armonía y la proporción de las formas es la finalidad de todo profesional médico estético.
Cada caso es único, cada rostro por sus características, responde mejor a unos tratamientos que a otros. Depende mucho de la edad a la que el paciente comience el cuidado de la cara. En función del problema a abordar, se utilizarán tratamientos más o menos invasivos.
¿Cómo envejece el rostro?
– Huesos: pérdida progresiva del espesor de la masa ósea (retracción de la mandíbula). Pérdida muy importante en la zona paranasal. Por otro lado, los huesos malares- aquellos que aportan en gran parte la proyección de las mejillas- sufren un importante proceso de desgaste, La pérdida de su proyección genera aplanamiento de los pómulos.
– Músculos: los músculos involucrados en los gestos más frecuentes sufren un crecimiento o hipertrofia y se hacen más fuertes; estos sitios coinciden con la aparición de arrugas más profundas y marcadas.
– Grasa: pérdida de grasa y estructuras subcutáneas. Desplazamiento de grasa como la malar (desplazamiento de pómulo).
– Vascular: se dilatan los vasos de la piel y se hacen más visibles.
– Pigmentación: Acumula los efectos del sol y comienzan las lesiones pigmentarias a ser evidentes.
– Piel: producen disfunción del espesor de la dermis, con alteración del colágeno y la elastina que contribuye a las arrugas finas y superficiales.
Como consecuencia, los signos más evidentes del envejecimiento facial son los siguientes:
- Aparición de surcos frontales glabelares
- Descenso del tercio externo de la ceja
- Descenso del párpado inferior
- Caída de la punta nasal
- Acentuación del surco nasogeniano y comisuras de la boca
- Arrugas peribucales y pérdida de volumen de los labios
- Ptosis de la piel de la cara(flacidez)
- Adelgazamiento de la piel y aspecto seco
- Alteraciones de la pigmentación
- Lesiones cutáneas
- Dilatación de los poros
