Según estimaciones elaboradas por la SEME (Sociedad Española de Medicina Estética), un 28% de los tratamientos médicos estéticos se realizan en centros de estética, el 16% en peluquerías y otro 14% los realizan esteticistas autónomos; es decir, que aproximadamente un 58% de todos los tratamientos están siendo realizados por personal no cualificado.
Los peligros de esta práctica con una persona que no es un profesional médico cualificado es en primer lugar no tener la formación específica para realizar dicha técnica. En segundo lugar, no haber realizado una historia clínica donde se reflejen sus enfermedades, alergias, etc…En tercer lugar, no hacer un diagnóstico adecuado (ejemplo: diferenciar entre mancha maligna y benigna), ni indicado por ella en función de la historia clínica previa.
La SEME recomienda que para evitar esto, «debe acudir a un centro o clínica de medicina estética que esté autorizado por el Ministerio de Sanidad, y que cuente, por lo tanto, con profesionales cualificados».
