El médico valorará el estado de la piel: fotoenvejecida, con léntigos solares, con rosácea, cuperosis, etc…Los tratamientos que mejoran la calidad de la piel son:
– Mesoterapia: consiste en la administración de principios activos por vía intradérmica en una zona localizada. Se logra un estímulo del fibroplastos, con el consiguiente aumento de colágeno y elastina. Se pueden emplear vitaminas, oligoelementos minerales, aminoácidos, DMAE, silicio, etc.
-Hidratación con ácido hialurónico no reticulado: con la misma técnica que la mesoterapia, cuando lo que queremos conseguir es la hidratación de una piel fina se puede aplicar ácido hialurónico no reticulado (sin efecto volumen) porque tiene un importante efecto de captación de agua.
– Bioestimulación autóloga: por medio de la extracción de sangre se obtiene plasma rico en plaquetas con factores de crecimiento, que se utiliza para estimular los fibroplastos de la zona en la que se inyecta y por consiguiente de colágeno.
– Peelings: consiste en la aplicación de ácidos que logran una renovación de ciertas capas de la epidermis y/o dermis, y provocan descamación y/o pelada (no siempre), dependiendo del tipo de producto utilizado, cantidad de ácido libre y la zona en la que se aplica. Pueden ser superficiales, medios o profundos.
– Radiofrecuencia: debido al aumento de temperatura interna de la dermis, se produce la contracción del colágeno y se favorece su reaparición.
– Laser: puede ser ablativo como el LCO2, fraccionado. No ablativo.: luz pulsada, LEDS. Provocan un estímulo de la capa dérmica y epidérmica. Estimulan colágeno, homogenizan el color de la piel, mejoran la vascularización y eliminan pequeñas lesiones pigmentadas.