La mirada seductora de Paul Newman enamoró al mundo entero en papeles como el de Brick, en «La gata sobre el tejado de zinc» o el de Billy el niño, en la producción western «Pistolero zurdo». Considerado como un galán seductor, fue uno de los rostros más cautivadores de Hollywood. Incluso, como dice el crítico de arte Juan Antonio González “la tragedia de Paul Newman fue sin duda ser tan guapo. Cuando le veo actuar en la pantalla siempre tengo la impresión de que intenta que no se note su hermosura, que sus grandes capacidades interpretativas se ‘coman’ por fin al hombre guapo y lo dejen en segundo plano. Nunca lo logró, o al menos en contadas ocasiones. El actor siempre salió perdiendo enfrentado al hombre guapo”.
La mirada es fundamental para dar una buena impresión en el primer contacto visual con la persona. Con los ojos se expresan sentimientos, deseos, inquietudes y, sobre todo, salud. Lograr una buena primera impresión es necesaria para conseguir una comunicación fluida y de confianza con nuestro interlocutor.
Pero hablar de mirada no es hablar exclusivamente de los ojos. Una mirada bonita es la consecuencia del equilibrio del rostro, de una piel saneada y acorde con la salud biológica de la persona… de la serenidad del rostro y su naturalidad. No siempre se consigue. Las vicisitudes de la vida, las enfermedades o las circunstancias personales van deteriorando nuestra belleza facial, apagando nuestra mirada hasta casi ocultarla.
La Medicina Estética no busca solo el rejuvenecimiento facial mediante la aplicación de técnicas y tratamientos como el ácido hialurónico, la blefaroplastia, hilos tensores o la retracción palpebral, entre otros. La Medicina Estética busca el equilibrio de la mirada y la seducción personal.
Dra. María del Carmen López