Los ojos están en una zona diana de la cara, es decir donde se centra la atención de nuestros interlocutores. Rejuvenecer la mirada es uno de los objetivos principales a la hora de armonizar el rostro y uno de los aspectos más importantes en los tratamientos del rejuvenecimiento facial. Las primeras arrugas en la zona ocular aparecen a los 25 años y a los 30 hacen ya acto de presencia las arrugas de expresión («patas de gallo»).
Después de hacer un diagnóstico para proponer el tratamiento más adecuado, se pueden plantear varias alternativas en función del caso del paciente, como la aplicación de toxina botulínica si son «patas de gallo», radiofrecuencia o láseres fraccionados para trabajar en la zona periorbicular y frontal (lo cual ayuda al levantamiento de la ceja), materiales reabsorbibles blandos como el ácido hialurónico para tratar las ojeras o la blerofaroplastia (cirugía del párpado) para tratar el excedente de piel en los párpados o bolsas de grasa.